La Asociación de Feriantes Barriales lleva adelante varios reclamos para recuperar espacios que les fueron quitados por el gobierno y donde anteriormente desarrollaban sus actividades. Según Daniel Vega, presidente de la asociación, los feriantes enfrentan serias dificultades económicas debido a los altos costos que implica participar en ferias reconocidas.
Vega destacó que los costos son elevados, especialmente en ferias como la de Don Bosco, donde se cobra 60 mil pesos por día. "Si a eso le sumás el costo del taxi o flete para ir y volver, ya estamos hablando de unos 100 mil pesos de gastos sin ninguna garantía de recuperar esa inversión", afirmó.
Además, Vega expresó su frustración por la situación actual: "Hoy vender en las ferias grandes te sale caro y sin ninguna garantía de éxito". También señaló que no todos los feriantes tienen la oportunidad de participar en estas ferias, lo que les deja pocas opciones para trabajar y generar ingresos.
Después del último reclamo, les otorgaron un espacio, pero nuevamente los dejaron en incertidumbre. "No sabemos si este fin de semana vamos a trabajar", señaló Vega, reflejando la inseguridad que enfrentan los feriantes barriales.
Los feriantes barriales argumentan que las ferias son su única herramienta de trabajo y que la asociación solo les cobra una cuota mínima mensual, lo que les permite subsistir de manera más sostenible. Por esta razón, buscan recuperar los espacios perdidos y tener certeza sobre su situación laboral.
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